Porque nada trajiste al mundo
nada te llevarás,
simplemente el recuerdo
en la mente de aquellos que conociste, quedará.
Las arenas del tiempo
parecen detenerse,
frente a tu partida
el viento las esparcirá.
Descansa eternamente,
vuela alto y lejos,
navega para siempre
en aquella inmensidad.
Los que aquí quedamos
gimiendo tu partida,
en algún momento
de seguro nos tocará.
Nada hay en esta vida,
tan sufrida y tan divina,
que aplaque en alguna medida
el dolor de tu partida.
Dinero, viajes, joyas y comidas,
un mundo lleno de hipocresía,
sentimientos y emociones,
esas son las sensaciones
que nos embargan en este día.
Es la hora de tu despedida,
tu recuerdo y tu legado
me acompañaran para siempre
por el resto de mis días.
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