viernes, 12 de octubre de 2012

Mulchén Camino a Las Urnas



Estamos ad portas de una nueva elección municipal, los ciudadanos mulcheninos caminarán hacia las urnas para expresar sus preferencias.  El 28 de octubre elegiremos a las autoridades que conducirán los destinos de la comuna por los próximos 4 años.

Hemos podido apreciar por las diferentes arterias de la ciudad una avalancha de letreros, o palomas como comúnmente se les denomina, con las fotografías y slogan de los distintos candidatos. Innumerables metros y metros de impresión de tela con las más diversas imágenes y mensajes.

Eso si, un factor distinto entra a complicar la elección para los candidatos, especialmente para aquellos que compiten por la reelección, un padrón electoral  renovado pone la cuota de incertidumbre para la ingeniería electoral de los partidos.

Existen muchas teorías para explicar que es lo que pasará con esta nueva masa de electores. Que no votarán ya que no están interesados, especialmente considerando que las alternativas que se les exhiben representan la vieja guardia política (Derecha e izquierda). Que si no lo hacían antes, que tenían la posibilidad de inscribirse y votar, menos lo van a hacer ahora que es voluntario. Que los jóvenes no están interesados en votar ya que al votar estarán avalando un modelo que no les agrada. El fantasma de la abstención aparece recurrentemente como explicación para las próximas elecciones.  

Muchos analistas han sostenido que los votantes no variarán demasiado en relación a quienes lo hicieron en las elecciones municipales de 2008, por lo que los resultados no serán muy distintos a los de dicha oportunidad.

Lo cierto es que de todas formas existe la incertidumbre, y eso es algo nuevo en relación a todas las elecciones municipales realizadas anteriormente. Claramente este es el peor escenario para una clase política “clientelista” y acostumbrada a comprometer los votos mediante la entrega de regalías a sus electores.

Sin embargo existen algunas certezas que se pueden establecer, votarán más las personas de las clases acomodadas que las de sectores más bajos. Las elecciones serán más reñidas y con claros tintes belicosos para capturar los votos de los indecisos. El dinero y el poder ingerirán, más que nunca, en los votos. Los vínculos y las redes establecidas afectarán directamente el resultado de la elección. Es probable que voten menos personas que en elecciones anteriores.  

Decidir ir o no ir a votar en estas elecciones dependerá de cosas tan nimias como la resaca del carrete del día anterior, del clima, del estado de ánimo, del tamaño de la fila en la mesa, del bus que llegó o no llegó, hasta cuestiones mucho más relevantes como del interés en elegir o reelegir a un candidato u otro por el proyecto de comuna que hay detrás de cada rostro o imagen que se postula.