domingo, 21 de diciembre de 2014

La Complejidad de la Educación

En principio, la visión de educación que prevalece en la actualidad obedece a una rentabilidad lógico capitalista centrada en el paradigma del rendimiento académico, en un proceso formativo que tiende a la mecanización de los estudiantes como piezas de una máquina social que se reproduce de manera lineal, causa - efecto, que dogmatiza la racionalidad de la ciencia y de la técnica como fines en sí mismos. Es claro que debemos aprender a comulgar, a convivir juntos, sin embargo, el énfasis en la competitividad, la salvaje necesidad de ganar que promueve la sociedad actual entra en contradicción vital con la naturaleza misma de educar. Cabe entonces la pregunta: ¿Educamos para competir o para convivir?

Este visión surge y tiene su anclaje en los procesos de revolución industrial de antaño, maquillados con dejos de modernidad y disfrazada de una nueva visión sobre el proceso educativo. La concepción de un ser humano (animal-máquina), que se prepara para reproducir un modelo que mecaniza la vida y la mata parece ser el sino de la existencia humana en la actualidad. Es precisamente este paradigma en crisis el cual es fuente de cuestionamiento por parte de la gran mayoría de las y los profesores que se movilizan, responsables "de formar" lo establecido y al mismo tiempo enjuiciarlo. Desde lo más profundo, nos aburrimos de ser parte de una dinámica de competencia, cerrada y brutal, que no permite una reflexión compleja del proceso que conlleva la educación: ¿Para qué educamos?

Existe claramente una contradicción entre el discurso y la acción de parte de las autoridades (Gobierno, Colegio de Profesores) Nos pide que formemos estudiantes críticos, empoderados, capaces de resolver problemas y de cuestionar lo establecido, sin embargo cuando somos nosotros, las y los docentes, quienes levantamos la mano para visibilidad nuestro parecer, la cosa cambia. No nos sentimos parte de la discusión sobre aquello que nos ordena, que nos rige, que nos norma y nos condiciona. La carrera docente, la reforma educacional, bajo un seudo ejercicio democrático se nos impone y dictamina sin más, con el pretexto de la premura del tiempo y la necesidad de cambiar las cosas ahora ya. Anteriormente, cuando esto ha ocurrido, los resultados han sido nefastos (transantiago, etc.)

Soy partidario de la participación de las bases, aquellas que tienen la compleja tarea de hacer carne lo que se cocina en las más altas esferas. Por qué no realizar, por ejemplo, un plebiscito sobre un tema tan sensible como la educación o existe temor a la autodeterminación, al conflicto de intereses, a la incertidumbre. Valoro la intención actual de impulsar una reforma educacional, es necesario cambiar las cosas para obtener resultados distintos, pero no a costa del error y la improvisación. Si vamos a hacer algo respecto de la educación, en especial la agónica educación pública, debemos asegurarnos que sea integrador y que incorpore todas las subjetividad, que cuente con el apoyo de los peones de la educación, las y los profesores.

El ser humano es complejo, que duda cabe, pero el ser humano "profesor/a" es más complejo aún. Lo he visto, lo he sentido y vivido. Los docentes tenemos nuestra particular mirada de las cosas, para algunos puede ser sesgada, pero ese sesgo es precisamente por no habernos hecho parte del proceso, ya sea por nuestra propia inacción o por conveniencia de determinados sectores que se "achancharon" en las esferas del poder y hoy profitan del sistema a costa de nuestra silenciosa o verborreica ignorancia.

Como señala Edgar Morin (antropoética), debemos pensar más críticamente la trama de nuestra organización (educación, colegio de profesores). Lo ocurrido recientemente con los profesores movilizados debe ser recursivo para autoproducir algo nuevo, transformando el efecto (desacuerdo con quienes nos dirigen) en la causa de algo nuevo que se autoconstruye (las bases movilizadas). Este proceso ya comenzó. En qué terminará, el tiempo lo dirá.

"Cuando los dirigidos se convierten en los que dirigen el accionar de los dirigentes cambia"